miércoles, 8 de febrero de 2006

Felicidad estándar

No se si es que ha dejado de bajarme la regla, si es que por fin tengo gato nuevamente, o si es que ando muerto por la calle y ya no sufro ni padezco. Puede que haya alcanzado la paz, o que haya encontrado el punto de equilibrio en mi vida, pero lo cierto es que a medida que mi calendario vital va pasando hojas intermitentemente(unos días tan rápido y otros años tan lento), que me doy cuenta de que, cuanto más tiempo pasa, menos cosas tengo, y no solo eso, sino que a pesar de tener menos cosas, sigo siendo feliz, lo cual quiere decir que realmente no las necesitaba. Pero no se si la afirmación es cierta, o esconde bajo sus líneas una trampa igual que el resto de post escritos hasta ahora.
Aunque pensandolo bien, llevo haciendo trampas en diversas artes desde que era pequeño, así que no creo que fuera capaz de escribir un artículo sin ellas.
Sea como fuere, el tamaño de las cajas de mi casa parece que va menguando con el tiempo, en correlacion con las cosas que me quedan. Lo que no tengo claro es si mi felicidad sigue siendo igual en magnitud o en proporción, porque yo soy feliz, pero desconozco si soy igual de feliz que hace un tiempo aunque yo tenga y sea menos, o igual de feliz en proporción a lo que tenía y era, de forma que si fuera así, significaría que no soy ni la mitad de feliz que era, pero yo me siento igual porque mi proporción existencial ha decrecido igual que mi felicidad, y por lo tanto me encuentro mas o menos como antes.
Lo más probable es que sea proporcionalmente menos feliz, porque si no, me sentiría tres veces más feliz de lo que soy ahora. A no ser que mi felicidad sea un estado mental no sujeto a las variables emocionales-materiales de las personas, y eso querría decir, o quiere decir, que en el fondo no soy una persona, aunque sea feliz...

[Je te rends ton amour][Mylène Farmer][Innamoramento]

1 comentario:

Axwells dijo...

Axwells dice: la felicidad, una de dos, o es una parte más del cuerpo, como los dedos, o bien es un estado psicológico en el que solo se necesita un poco conformismo para seguirlo siendo(feliz).