miércoles, 8 de febrero de 2006

Naturaleza muerta

Es dificil caminar descalzo a las cuatro de la tarde por la arena de cualquier sitio árido. Nada a la derecha, nada a la izquierda. Nada en el horizonte, nada en el camino ya andado. Pero en el fondo, la sensación de alivio al llegar a casa y meter los pies en un barreño con agua fría para calmar el dolor, refrescarlos, y limpiarlos de paso, quitar las pinchas clavadas, curar donde cortó una piedra... despegarse la arena adherida al pie, reconforta y hace que el sacrificio merezca la pena.
Todo está tal cual estaba hace veinticinco años. Nada es igual que hace veinticinco y un día. Las paredes encaladas, el suelo de cemento, los catres de madera, el columpio de dos cuerdas y una tabla, las gallinas correteando por el porche, la pila de lavar expuesta al sol, mis ojos en los desconchones de la reja, y una pequeña flor en medio de la naturaleza muerta.

[Iseendale][Eda-Ines Etti][Uus päev]

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