Comercializar el amor

Hoy mismo publicaba El País que más de cinco millones de españoles ya buscan pareja a través de internet. Noticia que me venia como anillo al dedo para contar mi experiencia con una de estas empresas que comercializan el amor. Se trata de MATCH.COM. Estoy suscrito sin pagar. Tengo un perfil con el que busco a mi media naranja. Gracias a él he recibido varios mensajes de usuarios que me dicen: "Gracias por ponerte en contacto conmigo, a mi también me gustaría conocerte más. Te dejo mi e-mail". Su e-mail aparece modificado con la cuenta de match, a la que no puedes enviar mails si no estás suscrito también. Hasta aquí sería normal, pero resulta que el perfil del que recibo el e-mail no lo había visto antes. Por este motivo mi sorpresa al recibir comentarios como: "gracias por tu mensaje" o "Yo también estoy interesado en conocerte".
No es la primera vez que surge el escándalo en páginas de contactos, esta misma empresa fue acusada en EEUU de inventarse los mensajes emitidos a muchos de sus usuarios y fingir falsas conversaciones para lograr más inscritos de pago. La empresa se defendió diciendo que era absurdo porque no podían mandar mensajes y saber a quién le habían enviado cada texto al ser millones de clientes en todo el mundo.