viernes, 3 de noviembre de 2006

Carta

Milán, 2 de noviembre de 2006
Querido Axwells,

En la ciudad dónde la imagen es lo primero, nadie te mira. Es fría, poco romántica y cerrada. Es también atrasada, como la mentalidad de los italianos, que tragan con todo y admiran la modernidad del exterior a la que ellos no aspiran porque tendrían que rebelarse. Sumisos siguen en su barca guiados por Caronte.
¿Sólo a mí se me ha ocurrido que no era la mejor opción la de elegir a un presidente que controla las grandes empresas del país? Tampoco con el nuevo cambio asoma el sol del progreso. ¡Qué contrariedad! En la ciudad dónde se crea la última moda nadie trae nuevos aires. Quizá se perdieron entre etiquetas. En esta ciudad obsesionada con las marcas, nadie se quita las gafas de diseño. Desconozco si es su pasividad o vergüenza por ver la realidad. Ni si quiera en el sucio y maloliente, pero veloz, metro.
¿Y si el pueblo italiano ya hubiera copado su deseo de cambio alimentado por todas las generaciones anteriores?


Esperando que vaya a mejor y pueda contártelo,
Aganzo

1 comentario:

Rafa Muñoz dijo...

vente a copenhague, que es igual de Caca!!!