lunes, 24 de abril de 2006

3 en raya


Una raya blanca separa tu cara de la realidad. Como el que cocina con cianuro te preparas de forma arrogante al ritual de los festivos. Tras inhalar esa muerte en vida con la que tanto coqueteas, tu cara se empaña de blanco, y tu cerebro agoniza a distinto compás que tu corazón. No puedo parar de maldecir, al saber que en los baños eres presa de la adicción. Es la esclavitud a lo efímero la que te encadena fuertemente a los lavabos, estrangulándote poco a poco, como el perro que se enrolla en la cadena sujeta al árbol. Una persona transmutada en un animal. Una amiga del Sur que conocí hace ya muchos años, y a la cual hoy no reconozco. Al salir por la puerta del baño, sonríes satisfecha, mientras la tensión en tu rostro y el rechinar de tus dientes te delatan. Se apaga la noche, y como todo juego en el que participa el diablo acabas perdiendo, a pesar de haberte hecho las “3 en raya”. Dura y triste la realidad que se asoma. Te encontré en el Sur, porque en el mapa de algún yonki estaba señalado que ibas a "perder el Norte”. A pesar de todo eso....quiero seguir estando en tu mapa, y me tienes ahora más que nunca para lo que necesites.

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