miércoles, 28 de septiembre de 2005

Ideas

Hace tiempo que llevo dándole vueltas a la cabeza, pensando porqué la gente no es capaz de entender(me incluyo) cómo pueden estar en un mismo partido José Bono, Juan Carlos Rodriguez Ibarra y Pasqual Maragall. No se si alguien ha encontrado ya la idea, pero yo me he autodesarrollado un cuerpo teórico, aunque estoy investigando la esfera, pero ese sistema aún no lo tengo claro del todo(hoy toca post intelectual). La idea que yo tengo, y que he desarrollado, es que en España los partidos se agrupan por la variable Izquierda/Derecha(a estas alturas de la vida todos sabemos que el centro no existe).
Hasta aquí, he puesto un huevo cuadrado, nada que no supieran los demás. En clase(con el extraordinario Javier Baonza), dimos un "anagrama político" sobre el País Vasco, que tenía dos variables en el panorama político. La primera variable, Izquierda/Derecha, y una segunda variable, la variable Nacionalista/No nacionalista, si bien yo discrepo de esa división y dividiría entre Nacionalistas Vascos y Nacionalistas Españoles. Si a este supuesto general, le sumamos una tercera variable, por ejemplo, la creencia religiosa en Religiosos(católicos)/Ateos(Laicos), resulta que tenemos una especie de urna, en la que podríamos meter todas las estrellas de la galaxia, y verlas desde distintos puntos. Es lo que yo he llamado "Política 3D". Así, podemos ver que personajes como Bono, Ibarra y Maragall tienen una colocación horizontal común, la izquierda. Pero si lo miramos de lado, siguen estando en la izquierda, pero vemos su grado de nacionalismo, encontrandonos a Bono y a Ibarra más cercanos al polo "españolista" mientras Maragall está más cercano al "catalanista". Por último, si vemos esta especie de urna desde arriba, no vemos si son de derechas o de izquierdas, o si son nacionalistas o no nacionalistas, sino su religiosidad, de forma que Ibarra y Maragall son bastante cercanos al Ateismo mientras Bono está en la otra punta. De forma que es Ibarra el que tiene cosas comunes con Maragall y con Bono(al margen de ser de izquierdas). Total, que nos encontramos con que el militante medio del PSOE es Ibarra. ¿Terrible? Quizás sí, quizás no. Con una lengua afilada en cualquier caso.
Con esta teoría política 3D, podemos razonar que España sea un país fundamentalmente de sistema bipartidista, al ver normalmente las cosas simplemente en forma de arco, Izquierda o Derecha. Para los países, o incluso las regiones, que ven la política en dos dimensiones, podríamos hablar de sistemas multipartidistas, como País Vasco, Cataluña, Aragón o Andalucía en España, y Bélgica o Suiza si hablamos de Estado. Por último, en los casos donde se contempla la política como un espacio tridimensional, los partidos políticos no se reparten un área del papel, un área en metros cuadrados, sino áreas cúbicas en la famosa urna de la que he hablado antes. Al haber más espacio, o al percibir más espacio político, nos encontramos con sistemas políticos donde caben múltiples partidos, dando lugar a sistemas atomizados, como pueden ser los casos de Israel, Polonia o de España en la II República.
Moraleja del post: Aunque algunos no lo quieran ver, los partidos no son parcelas en metros cuadrados, sino espacios de área cúbica, o nubes de puntos, como si fueran pequeñas Galaxias dentro de unos límites acotados por las variables ideológicas que introduzcamos. De forma que lo que a veces algunos critican como un partido desunido por diferentes opiniones no es más que efecto de la tridimensionalidad de la política. El verdadero problema interno se da cuando, por llamarlo de alguna manera, un partido político lo forman dos o más Galaxias en ese microcosmos, lo que lleva a los partidos a ser uno solo partido cuando se tiene un interés común, pero a funcionar como dos( o más) cuando transitoriamente no existe ese interés. De hecho, pueden ser dos o más grupos políticos en un solo partido, que con el tiempo acaban intentando dominar el uno al otro, lo que realmente supone una crisis en el partido. Un ejemplo en España es el caso de la UCD, un partido en el que convivían dos Galaxias muy cercanas, pero con inclinaciones divergentes. El resultado, las dos galaxias acaban separando su camino e integrándose en su "espacio galáctico" natural, quedando en medio un pequeño grupúsculo de estrellas que no se adscriben a ninguna de las dos galaxias. Son esos partidos pequeños, "espacios intergalácticos". En cualquier caso, y por extraña que parezca esta teoría político-galáctica de la política, yo no la perdería de vista, hay un divorcio más o menos anunciado, que iremos viendo todos con el tiempo...
Y que conste que no he visto ninguna de las películas de La guerra de las galaxias!

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