viernes, 15 de septiembre de 2006

Servido en frio


Te has portado bien, y por no haber dejado nada en el plato, te daré otra ración. Y es que claro, después de los platos tan sabrosos que cocino era normal que lo devorases con cubiertos incluidos.

Me gusta cocinar para mis comensales, pero lo que verdaderamente me da placer es la cara que ponen cuando prueban el condimento que les echo. Esa cara que refleja la furia con la que se queman las entrañas, es una debilidad, un vicio, y como tal, no tengo fin, teniéndole que echar siempre un poquito más de veneno, no vaya a ser que me haya quedado corto. Ya se sabe: "Mejor que sobre que no que falte"

Me llena de regocijo ver la cara de "monjita violada" cuando, por un descuido, me paso con el veneno. Y es que en esto de la comida hay de todo, desde la persona educada que te dice: "Ese veneno es magnífico, el mejor que he probado", hasta el patético imbécil que monta en cólera y te llora e insulta como un niñato, sin saber que le quedan 2 segundos de vida, y que encima te estas divirtiendo más que en el parque de atracciones.

Un autentico placer dar con personas tan glotonas, con las que me puedo inspirar en los platos, para mi posterior deleite. Señores y señoras, al igual que en la televisión, mientras tengan hambre, yo les seguiré dando meticulosamente su ración de veneno, eso si, servido en frio que lo puedan saborear mejor.

No, ahora no llores como si tuvieses dos años, ni lo tires por el fregadero. Tienes que comértelo todo, que a buen seguro te va a sentar de lujo. Anda hazme feliz poniendo esa carita de asco que tanto me gusta y abre la boca que ésta cucharadita ¡ va por papá !.

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