A veces me sorprendo a mi mismo por mi capacidad de autoregenerarme, autodestruirme y autoregenerarme otra vez para volver a autodestruirme y así poder autoregenerarme nuevamente. Es como una historia con principio pero sin final. Inexplicablemente es así. Estas cosas pasan por hablar del pasado. ¿No querías hablar de Punta Umbría? Pues quien te llevó a Punta Umbría vuelve a la carga. El problema ahora es no poder sentarme a mirar el mar, mientras me tomo un café. Lo único que puedo hacer es ver amanecer. Pero no hoy, sino cuatro meses. Amanecer en Toledo. Con las veces que he soñado con ese amanecer... pero no de esta forma. O quizás sí. La avaricia rompe el saco. La ambición no sé que rompe, pero no se si será bueno saberlo, aunque en el fondo puede que lo sepa. Por lo pronto, me conformo con seguir esperando a que el semáforo se ponga en verde para poder decidir qué camino tomar.
Esta tarde Miguelico me decía que debe ser emocionante eso de tener dos caminos ante ti para elegir, pero la realidad es que, tome el camino que tome, tendré que sacrificar una u otra parte de mi. Quizás para bien, pero solo quizás. Y también quizás veo los dos caminos nublados. O solo veo nublado uno, nublado y sacrificado, pero aún necesito información. En cierto modo lo que me tienta a ir por el camino nublado es el hecho de que, además de la ventaja económica, volveré a ponerme nuevamente a prueba a mi mismo. Desmantelarse como persona es fácil, lo dificil es permanecer 4 meses desmantelado. Y ahí reside la gracia del tema, en saber si aguantaré. Aunque no echo las campanas al vuelo, vaya que me den un campanazo en la cabeza. Es todo una hipótesis; pero mejor pensado, es una hipótesis a partir de mil. De momento, puede que no me veas bailar en una temporada, o que me leas bastante menos, o que no me veaas. Mientras unos traten de encontrarme pero tu sigas sin buscarme, yo seguiré viendo amanecer en Toledo para bien o para mal. El problema es encontrar el contexto, el pretexto y la pretensión, que puede que los tenga, lo que no se es su coste.
Esta tarde Miguelico me decía que debe ser emocionante eso de tener dos caminos ante ti para elegir, pero la realidad es que, tome el camino que tome, tendré que sacrificar una u otra parte de mi. Quizás para bien, pero solo quizás. Y también quizás veo los dos caminos nublados. O solo veo nublado uno, nublado y sacrificado, pero aún necesito información. En cierto modo lo que me tienta a ir por el camino nublado es el hecho de que, además de la ventaja económica, volveré a ponerme nuevamente a prueba a mi mismo. Desmantelarse como persona es fácil, lo dificil es permanecer 4 meses desmantelado. Y ahí reside la gracia del tema, en saber si aguantaré. Aunque no echo las campanas al vuelo, vaya que me den un campanazo en la cabeza. Es todo una hipótesis; pero mejor pensado, es una hipótesis a partir de mil. De momento, puede que no me veas bailar en una temporada, o que me leas bastante menos, o que no me veaas. Mientras unos traten de encontrarme pero tu sigas sin buscarme, yo seguiré viendo amanecer en Toledo para bien o para mal. El problema es encontrar el contexto, el pretexto y la pretensión, que puede que los tenga, lo que no se es su coste.
[You won't see me dancing][Martin Stenmarck][Think of me]
1 comentario:
Todos los caminos llevan a lo mismo: a otros caminos.
Recorre los tuyos sin prisa, que no hay final, como tu dices, sólo nuevos comienzos.Estés donde estés, aciertes o te ekibokes... mira a tu izkierda y m verás sonriendo junto a ti, recorriendo mi propio camino, puede que no junto a ti....pero siempre a tu lado.
Eres maravilloso y lo sabes.
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