jueves, 25 de agosto de 2005

Secretos que unos guardan y otros callan...

Es increíble lo benévolo y severo que puede ser el tiempo a la misma vez, y lo dulce y cruel que puede llegar a ser en sus encerronas. Y más increíble es aún la fuerza que tiene para torcer hacia otro lado alguna de las líneas maestras que vamos trazando a lo largo del tiempo.
Esta semana he conocido(en persona) a nueva gente, pero no esperaba reconocer a nadie por sorpresa a la una de la mañana en el metro(aunque casualmente ha sido una situación que si bien no se ajustaba a lo que a mi me hubiera gustado, se aproximaba bastante). Hacía mucho tiempo que no tenía una conversación sin abrir la boca y mirando a los ojos a alguien frente a frente. Casi cuatro años. No se si mucho o si poco, en cualquier caso, a doce dias de hacer 4 años.
Y quizás ahora comprendo que en las guerras solo hay derrotados y vencidos, y que quizás en el fondo es inútil hacer la guerra, ganarla y creerte el vencedor, igual que no vale de nada teñirte el pelo de amarillo y pensarte que eres danesa de toda la vida... porque los vencedores son los derrotados, y los derrotados son los vencidos. Diferentes collares para una misma cosa.
Ahora me doy cuenta ahora que quizás es tarde para rectificar y que además no va a valer para nada, pero los principios hay que asumirlos hasta sus últimas consecuencias imagino. El caso es que en parte sin querer, en parte queriendo, me dí un paseo por viejas fotos, viejos recuerdos y viejas ideas. En el fondo han cambiado pocas cosas, a pesar de que ni yo conozco ya a la persona con la que me miré, ni la persona que me miraba me conoce ya a mi. Pero la histora es la que es, y lo cierto es que los dias lluviosos se echa de menos, cosa curiosa al no haber compartido lluvia(...). ¿Será nostalgia? Es dificil tener nostalgia de lo que uno nunca ha tenido para si, igual que es dificil tropezar y caerse al techo, pero el caso es que a veces temo que sea nostalgia igual que Batman teme tropezarse, y ya no caerse al techo, sino además darse con la lámpara en los mismisimos cojones.
Al final Miguel va a acabar teniendo razón. O quizás no. O quizás si. O quizás no. O quizás mucho. O quizás poco. O quizás un poco si un poco no. O quizás a medias. O quizás a rayas. Lo cierto es que no se cual de los dos Migueles tiene más razón, si tienen razón los dos, si no tiene la razón ninguno, si tenemos razón los tres o si no tenemos ninguno razón. Pero qué más da. Seguramente, no habrá segunda parte.

[Tarde para cambiar][Amaral][Pájaros en la cabeza]

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