sábado, 27 de agosto de 2005

No puedo casi respirar.
Mi grito se ahoga en mi garganta y nadie lo oye, ni yo lo escucho! Me miro y las uñas están amarillas, mis manos huesos que arañan la tierra que me acuna. Tierra negra, teñida de mis lágrimas y mi miseria. Cómo levantarme si la tierra me envuelve y me arropa como una madre.
Luna blanca sobre tierra negra, sobre el reflejo de lo que fui un dia lejos de esta luna y esta niebla.
Quise meter la cabeza bajo la almohada, para no ver la realidad...pero mis sueños se tornaron pesadillas y cuando quise darme cuenta mi mundo habia cambiado y la pesadilla ya no estaba fuera de la cama, sino que bailaba ahora conmigo al son que le marco. Ahora bailo con ella. Bailo. Bailo más rápido cada dia, persiguiendo la luna para verme en ella la cara...
Un dia el cansancio me vence y es ahora la maleza la que cubre mi cara. Ya nunca más necesitarés aquella almohada....porque los sueños de aquella... ya no valen nada.


1 comentario:

ma dijo...

que conste que no es del todo autobiografico, q no estoy deprimida,ojo! al menos me curo la depresion bailando.......