Cultivo
Recibo una nueva llamada en este momento, el interlocutor no me llama para invitarme a unas bravas ni para preguntarme si adelgacé los quilos del verano. Al descolgar canta su petición que deja al descubierto el altísimo nivel de interés de su llamada.Mis bocas no podían quedar calladas esta semana ante esta situación. Y es que siempre he creído que a las amistades hay que cultivarlas, sobre todo a esas que sabes que merecen la pena. Porque, amor, se pierden. No esperes volver a marcar ese número después de meses para volver a corrernos una juerga juntos si lo último que sabes de mí es que me hice mechas. La inmadurez, el egoísmo incluso la tacañería influyen en nuestra relación con los demás. Los ahorradores de palabras, los bolsillos pequeños de sonrisas o los bancos andantes no son invitados a mi mesa. Aunque, últimamente, se crea que he montado un banquete porque no paran de llegar huéspedes desagradecidos a la pensión. Quien tiene un amigo tiene un tesoro, puedes agotar esa riqueza vendiendo el oro en la calle montera o limpiándote el culo con los billetes. Dejándo así sus carnes bailando al son del viento y perderlo para siempre. O quizá administrarlo correctamente, reponiendo todo lo que tomas y logrando así una reciprocidad divina. Porque nada es eterno, nada ni nadie se queda dónde no tiene su hueco hecho. Y yo ya he huído.
Estas bocas inspiradas por los altísimos tipos de interés.
2 comentarios:
Dato curioso... justo ayer discutía el tema con un muy buen amigo y es concluyente el hecho de que las amistades deben cultivarse... no se puede asumir una amistad con la frase "un verdadero amigo, es el que siempre está ahi, no importa si no te llama muy seguido" Gran falacia!! En fin, mi querido amigo, te mando un abrazo y me da un gustazo leerte de nuevo. TQ...
Los ahorradores de palabras, los bolsillos pequeños de sonrisas o los bancos andantes no son invitados a mi mesa.
Tío, simplemente grandioso!
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