¿Y si nos hubiéramos equivocado desde el primer momento que nos propusimos ser felices? Nos hemos dedicado a buscar al hombre/mujer de nuestra vida, rehusando a muchos pretendientes. Viviendo sin intensidad historias pasajeras porque conocíamos su desventurado futuro. ¿Y si, ese fuera el problema? Por una vez me bajo del tren en la estación en la que me he detenido y decido recorrerla. Ahora no me basta con mirarla desde la ventanilla. Conocer sus grietas, sus paredes desconchadas y amarillentas. Sin contemplar el inmenso reloj de fondo blanco que me avisa de la hora de salida. Por mucho que quisiera, esta estación no podría retener mis ansias de viajar. Porque soy un culo de mal asiento intento vivir al máximo cada una de los momentos de la vida porque, como dijo un gran amigo mío: “no tenemos la vida comprada”. Quizá si enfocamos así nuestros días, dando hasta la última gota de nuestra ilusión en cada momento vivido siempre sabremos convivir al máximo en armonía con nuestros sentimientos.
martes, 13 de febrero de 2007
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2 comentarios:
Un amigo mío dijo una vez que "tenía ansias de vivir". Quizá sea eso, pero la armonía realmente es un estado de equilibrio demasiado voluble para conseguirse sólo con eso. Tiene que haber más.
Ánimo en cualquier búsqueda.
Un saludo
Hay tanta razón en tus palabras, que a veces da miedo mirar atrás y darse cuenta todo lo que, como bien apuntas, hemos dejado de vivir, o hemos vivido con menor intensidad. Creo que la búsqueda de ese "dulce noviembre", sigue y seguirá, pues esa es nuestra esencia, pero también creo que se puede vivir en paralelo con la intensidad que comentas. Un abrazo mi querido Aganzo y mi gran amigo.
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