Me gustaría saber si tú también oyes la melodía del silencio que nos rodea, pero si te lo preguntara quebraría la armonía de sus notas y la respuesta sería obviamente no; así que estoy condenado a destruir esa partitura sorda o a vivir el resto de mi vida con la duda.
viernes, 22 de diciembre de 2006
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