Esta vez eligió bien. Estaba convencido que siempre que se encontrara frente a una bifurcación elegiría mal. Erraría. Pero esta vez no fue así, acertó. Tuvo apenas unos segundos de indecisión y luego se alegró de la sentencia tomada hasta el extremo. Sobre todo porque descubrió que no tenía la situación tan dominada como creía. Sus sentimientos empezaban a desobedecer los impulsos que su cerebro enviaba y el caballo se desbocaba por momentos. Pero esta vez no se equivocó y se sintió orgulloso, una sonrisa le cubría el rostro que aún imaginaba la otra senda. Supo que no sólo acertó en la vereda sino también lo hizo al tiempo justo de no someterse a la dictadura del calendario.
domingo, 26 de noviembre de 2006
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2 comentarios:
Ey nenny estoy en huertas con un venezolano! Me alegro de que hayas mandado ya a la mierda el calendario ese... ya lo decía mi juguete roto!!! :p
Mil caminos, y quizá el mismo número de decisiones que tendremos que tomar a lo largo de nuestra vida. Si tuvieramos la capacidad de tomar siempre la decisión correcta, no estaríamos buscando eternamente a nuestro "dulce noviembre", sin embargo, sabes que las cosas no son así... Hay veces que queremos encontrarlo con tanto fervor que nos dejamos llevar por espejismos, lo importante es tomar la decisión correcta en el momento justo. Un abrazo de este mejicano que te echa tanto de menos.
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