Decía W. Churchill "El imperio que reinará en el futuro será el imperio de la mente" y en ello estamos, en la globalización cultural, en la hegemonía de la palabra de Occidente, en el silencio impuesto a los otros, a los que no somos nosotros, a los periféricos, países "subdesarrollados", a los antisistema... En el silencio que queremos imponerle, por ejemplo, a Venezuela por decir lo que todos sabemos pero no comentamos: el Gobierno de Aznar sabía del golpe de Estado en 2002 y no sólo calló sino que fue el primero en dar la bienvenida al nuevo régimen que duró tres días, un Gobierno golpista, que se impuso con mentiras hechas imágenes, con disparos sobre manifestantes queriendo hacer ver que era el Gobierno quien disparaba cuando las armas estaban del lado de la oposición. Apoyamos nosotros, España, a un gobierno golpista por encima de uno que podía no gustarnos ni en el fondo ni en la forma pero estaba democráticamente designado: el de Hugo Chávez. Cómo le gusta imponer a Aznar y a los que como él son. No les suena al 36 y al algo había que hacer como respuesta a la República?? Y vino Franco, y el tipejo designó a su sucesor, el príncipe que ahora es rey y que manda callar a un presidente. Me da vergüenza.
domingo, 11 de noviembre de 2007
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1 comentario:
Vale, que no pinta nada que aún hoy día haya jefes de Estado. Vale, que encima que ni está elegido por el pueblo soberano, vaya y mande callar a otro, pero HUGO CHÁVEZ no tiene catadura moral para criticar ningún golpe de estado. ¿Cuántos venezolanos se tuveron que ir de su país en 1992? ¿Quién fue el responsable?
Si tuviera un poquito de vergüenza, nunca sacaría el tema del golpe de estado y tampoco opinaría sobre él. Donde las dan, las toman.
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